"No" es "No", y hay una forma de decirlo: No. Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos. "No" se dice de una sola manera. Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto.
No. Se dice de una sola vez. No. Con la misma entonación. No. Como un disco rayado. No. Un "No" que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín, no es "No". Un "No" que necesita justificaciones y explicaciones, no es "No".
"No" ,tiene la brevedad de un segundo. Es un "No" para el otro, porque ya lo fue para uno mismo. "No" no deja puertas abiertas, ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser "No", aunque el otro y el mundo se pongan de cabeza.
"No" es el último acto de dignidad. "No" es el fin de un libro sin más capítulos ni segundas partes. "No" no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos, ni con pena y mucho menos con satisfacción.
"No" es "No" porque no. Cuando el "No" es "No", se puede mirar a los ojos, y el "No" se descolgará naturalmente de los labios. La voz del "No" no es trémula, ni vacilante, ni agresiva, y no deja duda alguna.
Ese "No" no es una negación del pasado: es una corrección al futuro. Y solo quien sabe decir "No" puede decir "SI".
Que difícil es decir No y...Sostenerlo? El NO tiene mala prensa. Parece un reto, aunque no lo sea. O un castigo. Cuando hay que decir "NO", en el rol de padres, nos sentimos los malos de la película (a menos que se trate de evitar una caída libre desde un cuarto piso con la capa de Superman). El NO viene cargado de dudas. Será correcto este límite? Protegemos o reprimimos?
En cuántos momentos sentimos miedo!?. Miedo de decir lo que sentimos; miedo de decir NO cuando debemos; miedo de decir que SI cuando vale la pena; miedo de fracasar; miedo de intentarlo; miedo de lo que puedan pensar si lo intentamos, miedo a ser juzgados, al "qué dirán", especialmente cuando pensamos diferente a la gran mayoría. Y si nos dejan de querer? Entonces decimos que SI, sin pensar más que retener afectos, para sentirnos aceptados, para en evitar sentirnos abandonados. Rápidamente aparece la culpa por lo que no hicimos e impotencia por no tener el valor de haberlo hecho y en ocasiones..... el estímulo de pensar que aún estamos a tiempo!
1 comentario:
muy buena ayuda para los que damos vueltas o nos cuesta decir no... gracias Susa
Publicar un comentario